
La limpieza y el mantenimiento de las lentes de contacto, ¿cómo se hace?
El cuidado meticuloso y la limpieza a fondo de tus lentes de contacto son uno de los factores más importantes para prevenir infecciones y otros problemas que pueden afectar no solo la salud de tus ojos, sino también la visión a largo plazo.
Por lo tanto, es un tema que debe abordarse con la seriedad necesaria.
Aquí hay algunas cosas que debes y no debes hacer al limpiar tus lentes de contacto, y también hablaremos de las razones detrás de esto.
Cómo limpiar tus lentes de contacto
Lava tus manos con agua y jabón antes de tocar tus lentes de contacto.
Si es posible, usa jabón antibacteriano y seca siempre tus manos con una toalla limpia. No uses jabón a base de aceite, ya que esto puede ensuciar tus lentes y debes evitarlo a toda costa.
Usa siempre una solución nueva para limpiar tus lentes de contacto.
No uses agua del grifo o agua estéril, saliva, solución salina o gotas humectantes para limpiar tus lentes. Ninguno de estos medios podrá limpiar y desinfectar tus lentes adecuadamente.
Frota tus lentes de contacto con los dedos y luego enjuágalos con una solución de limpieza para lentes fresca.
Los estudios han demostrado que frotar y enjuagar es la mejor manera de limpiar los lentes, incluso cuando se trata de los llamados productos 'sin frotar' para la limpieza de lentes. Asegúrate de no tocar tus lentes con las uñas. No solo son afiladas, sino que también son una base bienvenida para gérmenes y suciedad.
Enjuaga también el estuche en el que guardas tus lentes a fondo con una solución de limpieza para lentes fresca, voltea el estuche y déjalo secar al aire.
No enjuagues el estuche con agua, ya que puede contener impurezas y microorganismos. Tampoco guardes el estuche cerca del inodoro o en un lugar húmedo, ya que esto permite que todo tipo de gérmenes y sustancias nocivas se acumulen.
Otras maneras de mantener tus lentes limpios
- No traslades los productos de mantenimiento de tus lentes a estuches más pequeños cuando viajes o para almacenarlos, ya que esto puede comprometer la esterilidad de la solución.
- Mantén siempre cerrado el frasco con la solución y evita el contacto con superficies u objetos cuando lo uses.
- Reemplaza el estuche en el que guardas tus lentes al menos cada tres meses.
- No uses tus lentes por más de 30 días después de la primera apertura de la solución.
- Evita el humo y otras sustancias contaminantes, ya que pueden entrar en tus ojos y causar irritación e infección.
Sigue siempre las instrucciones que el médico o el fabricante hayan indicado cuidadosamente
Las instrucciones que acompañan a tus lentes, el estuche para guardar tus lentes y los productos para mantener y limpiar tus lentes, así como las directrices del médico, están especialmente diseñadas para garantizar que puedas mantener y limpiar tus lentes de la mejor manera, y también para obtener el máximo rendimiento con una garantía de la mejor visión posible.
Ten en cuenta que tu médico es tu primer y mejor aliado para mantener tus ojos y tu visión en óptimas condiciones.
Programa una cita anual con él o ella para asegurarte de que tus lentes y los productos asociados para el mantenimiento y la limpieza sigan siendo la mejor solución para tus ojos específicos y para tu estilo de vida.